Si apareció en Mendoza y, como vemos en la foto, fue recibido con una maltiada.
La misma maltiada que los dirigentes le quieren dar a su representante de apellido raro.
Es que no le avisó a nadie, y encima aumentó las pretenciones para la ciontinuidad de Cayetá.
El problema es que si se enoja Don Andruszyzyn, pueden complicarse las incorporaciones Wunderlich, Fleita y Klusener.