Volvemos a jugar contra Morón después de muchos años.
Sin embargo, todo lo que se podría escribir respecto a una previa que refleje estadísticas, o detalle cuestiones folclóricas, quedará eclipsado por la necesidad de saber cual es nuestra situación real, y por ende para que estamos.
La campaña desde la llegada del nuevo DT ha sido irregular.
Es cierto que sacó más resultados que con Straccia, pero no pudo mantener una tendencia.
Almagro gana y pierde.
Parece sólido, pero luego es goleado.
Logra ordenarse, y cuando comienza a ilusionar con la posibilidad de generar juego, aparecen sombras, vacíos, ausencias…
¿Cuál es Almagro?
¿El apático que perdió en Casanova y Temperley, o el que se lució en Agronomía?
¿El que supo manejar la superioridad frente a Tristán, o el que fue goleado por Español o Sarmiento?
El mensaje inicial de Pizzo fue que primero debía encontrar el equipo, y que luego iba ir en busca de imprimirle su identidad.
Por ahora todo parece búsqueda.
Quizás frente a este añejo rival del ascenso, el “gallito”, que aunque llegará sin público, vamos a intentar humillar, quizás comencemos a encontrarnos.
Importante será que suceda antes de quedara libres.
Fundamental será que suceda antes del receso.
Que buena oportunidad será, entonces, comenzar contra Morón el camino de la regularidad…