Tres puntos de oro, porque era el partido que había que ganar para seguir prendidos en la lucha para clasificar al reducido y para llegar entonados al clásico del próximo lúnes ante la sociedad de fomento.
Si bien el equipo fue superior a su rival durante el desarrollo, los visitantes tuvieron un par de ocasiones claras de gol como un tiro en el travesaño y un par de atajadas monumentales de Pave que le impidieron empatar el marcador. Situaciones que nos hicieron sufrir como estamos acostumbrados todos los hinchas de Almagro, que hasta el final no podemos saborear los triunfos.
Para seguir con la costumbre, en el final del encuentro un tiro libre en el borde del area para Almirante, cuando el tricolor ganaba 1 a 0 nos mantuvo en vilo, pero la defensa tricolor despejó el balón y al haber ido el arquero rival a cabecear el centro, quedó el arco desguarnecido, para que tras un bochazo de Giambuzi, Junco remate al gol y desate la locura, la alegría de todos por sellar el marcador y poner el 2 a 0 final.
Del sufrimiento a la felicidad total, fue unos de esos triunfos donde el festejo se extiende, pura emoción.