Era la tarde para ganar.
Pero se perdió.
Podríamos entenderlo como uno de esos partidos termómetros.
Aquellos que sirven para medir para que estamos. Porque con los tres puntos alcanzábamos al Celeste y nos metíamos en zona de reducido.
Porque sin los tres puntos, nos quedamos allí, en mitad de tabla, sin mayores expectativas.
Y así fue, Almagro jugó mal, el referí nos cobró mucho en contra en mitad de cancha, una distracción nos costo el primer gol y un rebote desafortunado el segundo.
En definitiva, y sin excusas, nos ganaron claramente y quedó ratificado que este campeonato estará marcado por nustras propias limitaciones... Por lo menos eso parece.
Pero se perdió.
Podríamos entenderlo como uno de esos partidos termómetros.
Aquellos que sirven para medir para que estamos. Porque con los tres puntos alcanzábamos al Celeste y nos metíamos en zona de reducido.
Porque sin los tres puntos, nos quedamos allí, en mitad de tabla, sin mayores expectativas.
Y así fue, Almagro jugó mal, el referí nos cobró mucho en contra en mitad de cancha, una distracción nos costo el primer gol y un rebote desafortunado el segundo.
En definitiva, y sin excusas, nos ganaron claramente y quedó ratificado que este campeonato estará marcado por nustras propias limitaciones... Por lo menos eso parece.