Una vez me juré no insultar nunca a un jugador que vistiera la camiseta de Almagro.
Fue en el año 89.
Almagro tenía un equipo en en que jugaban entre otros: Méndez, Brítez, Demagistris, Perticarari, Oficialdegui y Mamanni.
Dentro de ese plantel había un jugador llamado Jorge Luis Ornad.
Recuerdo claramente que a este mediocampista no le salían las cosas para nada bien, y un grupo de hinchas no paraban de insultarlo.
Eran gritos muy agresivos, muchas veces con sorna y hasta parecía que esperaban que le llegara la pelota para comenzar con la catarata de malas palabras.
A mí no me gustaba para nada esa situación.
Reconocía que estaba jugando mal, pero hasta por momentos me daba pena “caerle tan duro” a un jugador de Almagro.
Incluso me parecía que gritándole empeoraba las cosas, y lo condicionaba poniéndolo nervioso y hasta haciendo que su juego sea más torpe aún.
Fue así que desde hace algo mas de 20 años, nunca insulto a un jugador que juegue con la tricolor.
Esta postura me a costado, además, sendas discusiones con otros hinchas cuando intenté persuadirlos de que imitaran mi actitud.
Finalmente renuncié a expandir mi idea, y decidí tomármelo como algo personal.
El sábado pasado tuve nuevamente esa sensación.
El 6 de Almagro, Iribarren, jugába un partido pésimo.
Sus mismos compañeros le reclamaban.
Perdía todas las pelotas, se dejaba anticipar, parecía perdido y Pave se desesperaba por indicarle la marca.
Era muy notorio y los hinchas que estábamos en la tribuna se empezaron a manifestar.
Por un momento casi traiciono mi juramento.
Es que era imposible no manifestarse de alguna manera ante semejante situación.
Igual pude contenerme.
LLevo la sensación al campo de lo racional.
Me pregunto:
¿No es responsable el que pone un jugador en la cancha en estas condiciones?
¿No es responsable el DT al no cambiarlo?
¿Era necesaria una incorporación en ese puesto?
Aún habiendo un posible negocio, como explico el presidenteCómo es el negocio que explicó el Presidente (Ver abajo: REUNION INFORMATIVA - Miercoles 23 de febrero del 2011) por el que no pagamos sueldo y nos quedamos con el 50% de una posible venta: ¿No sería conveniente buscar un negocio con Maxi Salinas, Esteban Giambuzzi o Nico Arrechea, de quienes (suponemos) tenemos el 100 % de una posible venta?
¿Volverá a ser titular Iribarren?
¿Podré volver a ser fiel a mi juramento?