"Respetamos los contratos" y "no generaremos nuevos juicios" fueron las premisas iniciales de esta Comisión Directiva.
Esta impronta de búsqueda de orden institucional y económico hoy se tranforma en un laberinto que limita las acciones.
Es dificil imaginar que un Club renuncie a la posibilidad de sacar a un DT.
Mendez dijo ayer " el plazo me lo pongo yo. Si veo que no puedo revertir la cosa no me voy a quedar".
La ecuación indicaría que si no se va por sus medios, nadie lo forzará.
Aferrarse tanto a un discurso puede ser demasiado riesgoso.
Alejandro Mendez tiene contrato hasta diciembre y si el rendimiento de su gestión no da un vuelco y se logran resultados y principalmente regularidad, resulta inimaginable esperar hasta fin de año con él en el banco.
El momento de un cambio es hoy, no hay dudas.
El hincha mañana se va a manifestar.
Esperemos que nadie se deborde.
Aún la loable actitud dirigencial de respetar lo acordado, es necesario alertar sobre las consecuencias que podría ocasionar no actuar a tiempo y, presos del discurso, no intentar torcer el destino.
