Habíamos copado el viaducto, jugábamos de visitantes con Arsenal que debía al menos empatar para ingresar al octogonal.
En otra cancha, la Sociedad de Fomento recibía a nuestro perseguidor: Talleres de Remedios de Escalada.
Almagro entró con todo a la cancha y rápidamente llegó el gol por intermedio de Gesto, que tras un rebote logro vencer a Baglioni, pero a poco del final Arsenal nos empató con un gol de otro planeta de Ibarra.
Las orejas se posaron en las radios, para que como no podía ser de otra manera, nos anunciaban lo obvio: los pinguinos recibían dos goles de Talleres (Máximo A. Pizzarulli y Carlos P. Cardozo, dos que después vistieron la tricolor) con lo que nos obligabaron a jugar la final en la cancha de Huracás, con ese final ya conocido del penal de Capelo.
Solo un recordatorio, de lo que fueron capaces hace 24 años...Las orejas se posaron en las radios, para que como no podía ser de otra manera, nos anunciaban lo obvio: los pinguinos recibían dos goles de Talleres (Máximo A. Pizzarulli y Carlos P. Cardozo, dos que después vistieron la tricolor) con lo que nos obligabaron a jugar la final en la cancha de Huracás, con ese final ya conocido del penal de Capelo.
¿Habrán cambiado?