Empecemos con lo positivo.
Con la buena cosecha de puntos logramos tranquilidad respecto al descenso.
La aparición de los juveniles jugando en la primera división y en especial el rendimiento superlativo de Franco Quiroz, nos entusiasman para proyectar.
El gran nivel con el que terminó jugando Diego Figueroa, marcando la diferencia y generando hasta una dependencia de parte del equipo que lo extraño cada vez que no estuvo entre los once.
Por último es imposible dejar de destacar el incremento en la convocatoria de público que se acercó a acompañar al equipo, aún en instancias desfavorables.
Lo negativo tuvo su eje en los ciclos interrumpidos de D.T.
Una rápida eliminación de la Copa Argentina y las derrotas en los clásicos.La “apretada” a Finarolli y algunos hechos de violencia física entre hinchas de Almagro.
Los refuerzos que en realidad no “reforzaron” y engrosaron el presupuesto.
La falta de regularidad, demostrada claramente en los resultados, sin poder mantener rachas de triunfos y buen juego
Dejamos afuera de estas apreciaciones el hecho de haber quedado nuevamente a un punto de la clasificación, en la frontera del reducido.
Esa posición describe exactamente la mezcla de sensaciones.
Mitad de equipos arriba, mitad de equipos abajo...
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¿Cuáles fueron las buenas y las malas de la temporada pasada?
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respetuoso.