
"Yo no sé como San Lorenzo nos dio este jugador", comentaba un dirigente que se encontraba entre los 40 almagrenses que viajamos Adrogué.
La referencia directa a Rafael Cabrera, el jugador que llegó de la institución de Boedo, que ingreso cuando faltaban 15 minutos y participó del primer gol y convirtió el segundo, además de haber tirado unas cuantas "fantasías" mostrando ser atrevido, inquieto y no le peso debutar en una categoría tan dura, aún con su juventud y su físico menudito.
Hasta el primer gol, el partido había sido parejo.
Brown inquietaba por las puntas y le sacaba mucho provecho a la media docena de tiros de esquina que ejecutó, con jugadas preparadas, llevando mucho riesgo al arco de Centeno.
Por el lado de Almagro, muy bien Iglesias, en la etapa inicial, llegando dos veces, una de ellas con mucha claridad tras un pase de Vera y después de ganarle la espalda a Acosta sacó un disparo que se fue muy cerca del ángulo superior derecho.
Más tarde tendría otra con un disparo bajo que pudo controlar Burtovoy.
No se lo bien a Vega, que regaló muchas pelotas y tampoco a Ruquet que parece no sentirse cómodo de ocho.
A los 15 del segundo entró Diego, y Almagro ganó en claridad.La primera que tocó la engancho de zurda desde afuera del área y se fue arriba del travesaño.
A los 23 llegaría el anticipó del gol, con un mano a mano que le taparon a Avalos, y derivando en un rebote que tomó Iglesias y no fue gol por poco.
Pasada la media hora llegaría el gol de Avalos, que tomo la pelota después de una jugada confusa con un taco de Cabrera (que ingresó por Vera) que lo dejó mano a mano definiendo abajo al palo del arquero.
Luego vino la expulsión de Montenegro, que le permitió a Almagro aprovechar los espacios.
