Solo pudo
cosechar de a tres en cinco partidos, empatando ocho veces y perdiendo en siete
oportunidades.
Como en los
últimos años, la irregularidad gobernó toda esta primera parte, sin poder
acumular rachas positivas.
Para peor
desde lo motivacional no se pudo materializar el empujón anímico que presupone
todo cambio de técnico (ante la salida de Tripodi y la llegada de Alonso) como
tampoco se pudo ganar el clásico , que hubiera resultado un golpe anímico.
La lesión de
Cabrera, la promesa que vino de San Lorenzo y las dificultades de salud que sufrió
el ídolo Diego Figueroa, antes del
comienzo de torneo, que le impidieron estar al 100 por ciento, influyó
negativamente en las posibilidades de desplegar buen futbol, y la lesión de Iván
Macalik desarmó la defensa que parecía uno de los sectores más sólidos del
inicio.
Se probaron
diferentes sistemas de juego, hubo rotación por lo que se le dio oportunidades a
jugadores que no lograron rendir (al menos sin continuidad) y se cambió dos
veces de arquero saliendo Centeno por rendimiento y regresando tras la lesión
de Peranic.
Sobre el
final, la apuesta a jugar sin enganche tampoco salió bien, y Diego entrando
unos minutos en Morón le ganó el partido a Defe, y en San Martín le cambió la
cara al equipo aún perdiendo por dos a cero.
Esta
situación reflotó el debate sobre si la apuesta debe ser a los “grandes”
(muchos históricos) o los ”chicos” (muchos de ellos promesas del Club).
No debe ser
fácil tener en el banco de Almagro sentados a Lucas, Maxi y Diego, mucho menos
si no ganás.
Alonso
demostró no temblarle el pulso a la hora de tomar sus definiciones y hasta
incluso dejó trascender a medios periodísticos que si los dirigentes le insistían
mucho con que pusiera o sacara a jugadores, el se iría del Club.
Si bien
luego fue negado públicamente, muchos afirman que fue una manera diplomática de
marcar su territorio, más ante dirigentes agobiados económicamente que
necesitan mostrar jugadores para luego tener alguna venta que permita el ingreso
de dinero.
Almagro
necesita refuerzos, pero para ello se deberán ir algunos jugadores ya que es un
plantel “largo” y el presupuesto ya cuesta cumplirlo así como está.
Solo con la
llegada de algún jugador importante y una buena pretemporada se puede soñar con
dar vuelta esta pálida imagen de ocupar el puesto 16º sobre 21 equipos.
En Club tan futbolístico
como el nuestro necesita de resultados en la cancha.
Juan Carlos Carinelli
reconoció antes del comienzo del campeonato, que su materia pendiente de su
gestión era la obténción de logros deportivos, y toda la CD sabe que este es el
momento de trabajar para lograrlo.
Ojalá así sea, porque ese es el deseo que todos los socios e
hinchas anhelamos.