El tricolor jugó mucho mejor que su rival y la diferencia debió ser mayor.
De esta manera Almagro acumula cuatro partidos en los que no le convierten goles, y pudo marcar, algo que preocupaba a todos.
Fito Páez canta "es una cuestión de actitud" en uno de sus temas, y bien puede aplicarse a Almagro y su encuentro ante Temperley, para entender que es lo que cambió para que nos llevemos los tres puntos.
Cuando en el comienzo del partido Juan Pablo Peralta fue a disputar al piso una salida del celeste, al mejor estilo del inolvidable Beto Yaqué, y de la popular (con hinchas pero sin hinchada) bajo un aplauso, fue el indicador de que algo era diferente.El primer tiempo se jugó en terreno de Temperley, y aún sin demasiada profundidad, encontró a almagro volcado en ofensiva.
A los 13 minutos avisó el chipi Vera, quien tras un quiebre de cintura dejó pagando a su marcador y corrió 20 metros para darle mal, suave, pero concretando la primer jugada de riesgo.
El árbitró dejó pegar demasiado al visitante, y no sacó dos rojas, cuando en su desesperación, el equipo del Sur, intentaba frenar los ataques del tricolor.
A los 23 Basualdo de gran actuación, habilitó a Peralta para dejarlo "mano a mano " que logró tapar Crivelli.
El dominio fue del local casi absoluto, y salvo una llegada de Miramontes, Temperley no inquietó a Centeno.
En el segundo tiempo el tricolor salió dormido, y la visita se acercó en dos oportunidades en los primeros minutos.
Carlos Mayor gritó fuerte y lo escucharon, pronto volvimos a ser los del primer tiempo.
A los 11 minutos el guante mágico del interminable Diego Figueroa, habilitó a Pérez por derecha, quien pareció en principio adelantarla mucho en su encarada al arco, pero esa falla permitió que el arquero saliera a tapar quedando a mitad de camino, y tras el centro atrás, Juan Pablo Peralta logró conectarla, un poco sucia, pero metiéndola en la red y decretando el uno a cero.
Un minuto más tarde, y cuando todavía gritábamos el gol, nuevamente Diego froto la lámpara, esta vez a la izquierda y dejó "mano a mano" al chipi Vera, que se entusiasmó tanto y le dio con tanta rosca que nunca bajó y se le fue por arriba.
De la Pica movió el banco y el celeste se vino con todo, aunque Almagro pudo demostrar su solidez defensiva, característica de los últimos encuentros.
De contra tuvimos tres ocasiones muy claras que no pudimos concretar, producto del egoísmo de Vera e Iglesias.
Temperley pudo empatar en el final, lo que hubiera sido muy injusto aún ratificando la lógica que indica que "si no lo definís te lo empatan" aunque Centeno logró evitarlo, vistiéndose de héroe.
Sufrimos un poquito, como estamos acostumbrados los hinchas de Almagro, pero nos fuimos contentos por el triunfo de local y principalmente por el cambio de actitud que ojalá pueda mantenerse.