Además de “lo que se vota”, la oposición medirá fuerzas, por lo que pareciera estar en juego el futuro político de la Institución.
En medio de esta compulsa general se encuentra la aprobación o no de la instalación de un gimnasio dentro del Estadio Tres de Febrero.
El proyecto consiste en la construcción de un gimnasio (obra que ya comenzó) que se ubicaría en dos plantas debajo de la platea que da la espaldas a la Av. Marcelo T de Alvear.
Se estima que la inversión de la empresa será de un millón y medio de pesos, entre materiales de construcción y equipamientos.
En la planta superior proyectan ubicar el sector de máquinas aeróbicas y de musculación, como así también la construcción de un bar y la instalación de máquinas expendedoras de bebidas y comidas.
En la planta baja proponen desarrollar boxeo, para lo cual ya se está construyendo un ring y todo lo necesario para el entrenamiento.
El proyecto impulsá la creación de una Escuela de Boxeo y la inscripción en la federación para que los boxeadores puedan competir representando a la institución.
También proponen la práctica y competencias de peleas del tipo “Vale todo”, coordinadas por profesionales de esta actividad.
El final de obra para ambas plantas contempla la utilización de los tres colores del club para todos los sectores, como así también para las máquinas.
Se planea disponer en todo el frente de la cancha estacionamiento a 45 grados, para los asistentes.
El contrato que se va a someter a votación habla de un plazo de gracia de seis meses, luego seis meses en los que la empresa abonaría un canon igual a 35 cuotas máximas de las que cobrarán y una vez cumplido ese plazo fijar el pago de 70 cuotas máximas.
Según cálculos basados en el tamaño del gimnasio y los posibles clientes, comparados con el de la Sede afirman que el canon es proporcionalmente superior al de Sport Club.
Se contempla además que, para los socios del Club se estipularía un descuento del 50% en cualquiera de las actividades.
Respeto a la empresa hay que destacar que se trata de Gerbo
Sport, que tiene otros dos gimnasios en Capital Federal (Flores y Villa del
Parque) y, si bien no tiene el ”tamaño” de SPORT CLUB, está en busca de
expandirse, por ello buscó un lugar en la provincia de Buenos Aires, donde se
encuentra nuestro estadio.
Lo extraño de todo esto es que, más allá de la expectativa
que trae la iniciativa de la realización de semejante obra y lo atractivo que
resulta imaginarse que en la cancha puedan realizarse actividades, las obras hayan comenzado con
riesgo a que no sean aprobadas.
Hay que tener en cuenta que para fin de este mes, la empresa
tiene programado terminar la primera parte de la obra.
La incógnita que gobierna es que sucederá si el contrato no
se aprueba y que reclamos podría realizar esta empresa por lo que lleva
invertido.
Así las cosas, los socios decidiremos pronto con los votos de cada uno de nosotros.
Así las cosas, los socios decidiremos pronto con los votos de cada uno de nosotros.
Ojalá la postura que
gane sea la mejor para Almagro.
y