La escena, que es hasta una semana parecía sacada de un sueño, fue real y se produjo el viernes por la noche en Medrano 522.
Sucedió durante la entrega de distinciones a los ex presidentes, después que se presentara a los socios la nueva CD que decidirá los destinos de Almagro durante los próximos dos años.
La escena de extremo simbolismo tal vez represente la impronta de estos nuevos dirigentes, con una clara intención de diferenciación de la CD saliente.
El tiempo dejará claro si el emocionante espíritu pluralista que se vivió el viernes en el rebalsado salón del tercer piso de la sede, representará solo una postal o será el comienzo del sueño de un Almagro unido, para que deje de ser propio de un sueño y pueda convertirse en realidad.
Sea cual fuera el resultado que traiga el devenir, lo que sucedió en la noche del viernes es bueno, es diferente y dejó una sensación de cambio.
