El Tricolor igualó 1 a 1 de visitante con Villa San Carlos, el equipo inmediato superior en la tabla de posiciones, estiró a 28 el angustiante record de partidos sin obtener triunfos, convirtió un gol después de casi 500 minutos sin poder hacerlo y sigue último en la tabla.
Presente y futuro más que preocupante para nuestra amada institución.
La lógica absurda de las últimas 28 fechas no se pudo quebrar, aún cuando nos ilusionamos frente a un rival débil como Villa San Carlos que se arrastra en el fondo de la tabla casi como nosotros.
Ruiz daba indicaciones desde la raya de cal desde el comienzo, y el equipo salió enchufado.
A los cinco minutos avisó el local, con un remate desviado tras un corner.
Almagro respondió a los 11 con un disparo que se fue por arriba tras una seguidilla de gambetas con las que Arce ingresó al área.
Los primeros 20 minutos fueron parejos, siendo San Carlos quien encontró mayor profundidad, aunque sin delumbrar.
Hasta que llegó el momento de mayor emoción para el tricolor, el ansiado gol que tardo casi 500 minutos en llegar.
Pelota parada de izquierda a derecha, centro al corazón del área para que Ianiero llegue con la punta del botín para vencer a Rivero y encontrar la red.
Almagro se agrandó y empezó a mover la pelota: Chávez pisando y distribuyendo con categoría, Castano corriendo todas y desequilibrando, Arce en constante movimiento, Ruiz Sosa apareciendo por izquierda, Esquivel animándose a subir, Quiroz dueño del mediocampo...
El equipo parecía funcionar...
En el arranque del segundo tiempo Almagro tuvo una clara, con un cabezazo a quemarropa que salvo el arquero. (¿Qué hubiera pasado si entraba?).
Justo cuando el público local empezaba a gritar contra sus jugadores llegó el gol del empate.
A Sansotre (que había ingresado por Ronconi) le gana la espada Figueredo que tira un centro bombeado, los centrales de Almagro dudan y Hoyos aprovecha cabeceando en el área chica venciendo al arquero Gómez a quien también pareció faltarle reacción.
A partir del empate el equipo se pinchó.
Aparecieron los errores, la sensación de inseguridad, el miedo escénico, el decaimiento del rendimiento físico.
El ingreso de Sparapani y Altamirano, tampoco lograron cambiar el ritmo.
Todo se hizo lento, y hasta pareció que ambos equipos decidieron conformarse y firmaron el empate de los dos peores equipos de la categoría.
Almagro no encuentra respuestas, y el futuro amenaza preocupante.