Castano, Ruquet, Macalik, Holgado, Villalba, Quevedo, Brittes Ruiz Sosa y Moreyra fueron separados del plantel, por decisión de Luis Tonelotto, quien le propuso al presidente Romeo esta "depuración", cuando parecía que tenía sus horas contadas en el cargo.
Aquí el análisis de una situación que genera sentimientos encontrados al hincha que sufre y vuelve a dejar expuesto el poco cuidado de Almagro con sus ídolos.
Se dice que la dirigencia se vio molesta por un reclamo económico que habría realizado el jugador por una deuda antigua de 10 mil pesos y que esto se combinó con un enojo del DT en el partido contra Almirante Brown, en el que Castano erró tres goles, uno de ellos de manera increíble.
Lo cierto es que Luis echó a Maxi, argumentando que es un jugador de 38 años que ya no está a la altura de Almagro.
En medio de todo esto la gente del tricolor.
Si hasta hace unas horas le dieran a elegir a cualquier hincha de Almagro, entre Tonelotto y Castano, posiblemente no sabría qué responder.
Ambos son ídolos de la institución e hicieron aportes fundamentales en las mayores conquistas, de las que se desprenden recuerdos inolvidables repletos de orgullo.
Hoy el hincha, increíblemente, está obligado a inclinarse por uno o por otro.
El absurdo es aún más profundo si se pretende justificar, con esta contradicción, la salvación o no, de cara al crítico presente futbolístico.
Hablando en criollo: el DT, Luis Tonelotto (ídolo de Almagro) cree que para salir de esta crisis es necesaria una depuración en el plantel, excluyendo del mismo a 9 jugadores, entre los que se encuentra Maxi Castano (otro ídolo de Almagro).
Una situación antipática, que incomoda a cualquiera que por sus venas fluya sangre tricolor.
Esta CD ya tuvo situaciones de conflicto con Diego Figueroa, quien fue desafectado de las inferiores generando un reclamo judicial, y con Lucas Sparapani quien quedó marginado durante meses.
Ahora Castano se suma a esa lista, quedando grabado en la historia de la memoria colectiva.
Tal vez en este presente de emergencia suene menor, pero en el futuro estas decisiones dejan huella.
Un club que no cuida a sus ídolos corre riesgos de debilitar el aspecto cultural, histórico y afecta a valores relacionados con la identidad representada por sus abanderados.
Si se pudiera asegurar que la salida de Maxi solucionaría la desastrosa campaña, hasta el mismo Castano daría un paso al costado, seguramente.
Si Almagro no gana pronto, Tonelotto se tendrá que ir también.
Entonces nos quedaremos sin ninguno de los dos.
El daño se verá multiplicado y las circunstancias buscarán una nueva víctima.
¿Quién será?
Ojalá así no sea...