Si, si señores... Había que ganar y se ganó.
Almagro logró recuperarse de la derrota frente a Italiano.
En base a sacrificio y por sobre todo paciencia, logró quedarse con tres puntos fundamentales que otorgan aire en este presente agobiante.
Almagro fue el justo ganador de un partido difícil, parejo y típico de esta divisional en la que nadie "baila" a nadie.
En la etapa inicial lo tuvo dos veces Arce: una en el inicio y otra en el final.
La primera fue a los cuatro minutos cuando Maxi Castano lo habilitó para que entre al área y logre rematar, muy cerca del poste derecho del arquero de la visita Alvaro Villete.
La otra fue sobre el final de la primera etapa cuando Ruiz lo habilitó y Arce tras enganchar dentro del área, remató esta vez muy ancho.

Recordemos que la otra modificación obligada fue el reemplazo de Altamirano que producto de un cuadro de anginas, no pudo jugar dejando su lugar a Ignacio Colombini.
En el segundo tiempo Almagro salió algo dormido.

Sin embargo a los 19 del segundo tiempo Armenio se quedó con 10 jugadores por la expulsión de Nelson González por doble amarilla.

Uno a cero, con un jugador más y el rival obligado a salir a buscarlo.
Allí comenzó otro partido.
A los 25 ingresó el "Betito" Yaque en lugar de Colombini, lo que le permitió al equipo ganar movilidad.
Almagro dominó claramente el trámite del encuentro hasta los 40, y tuvo incluso algunas chances de aumentar la diferencia.
En los minutos finales Armenio se vino con todo, y aún con la inferioridad numérica logró inquietar a Almagro que se lamentaba por no haber convertido el segundo.
En el final se fue Maxi para darle ingreso a Hernán Lillo que regresó al equipo titular tras una larga ausencia por lesión, operación y rehabilitación.
Los cuatro que adicionó el juez se hicieron chicle, aunque sin sobresaltos lo pudo aguantar el tricolor para guardarse en el bolso tres puntos fundamentales.