Hasta hace algunas semanas era irrisorio e imposible soñar con acceder a la zona de pelea por el ascenso, pero esta tarde, después de obtener la cuarta victoria seguida, a los hinchas de Almagro se nos encendió una luz de esperanza.
Al tricolor le cambió la racha, eso es obvio.Muestra de ello es lo sucedido esta tarde, en la que en honor a la verdad, Almagro jugó por debajo del nivel de los partidos anteriores.
Resultó ser un justo ganador, principalmente por lo realizado en la última media hora de juego.
Pero comencemos por la primera parte, y un inicio trabado con ambos equipos maltratando la pelota, haciéndola volar por el aire ofreciendo un juego plagado de imprecisiones.
Solo Lucas Sparapani lograba imprimirle claridad al partido cuando la pelota pasaba por sus pies, y con su pausa lograba descargar claro para la izquierda con Ruiz Sosa, o para asistir alguna trepada de Ronconi.Merlo tampoco demostraba mucho, más allá de cierta solidez defensiva con la que despejaba cualquier intento del tricolor.
El primer tiempo se escurrió sin pena ni gloria, destacándose solo una llegada de Almagro, con un remate de Arce que contuvo el arquero Llinas.
El complemento no arrancó mejor, y para colmo el único jugador que había demostrado algo se lesionaba.
Lucas Sparapani afuera, adentro el perlado Chaves (a quien nos gustaría ver en continuidad para que pueda demostrar en la cancha la categoría de jugador que tiene).
Llegado el primer cuarto de hora de la segunda parte, el DT atento a que "la cosa no funcionaba" decidió meter en la cancha a Maxi Castano en lugar de Holgado.
Fue justamente el pelado, quien un rato después sería el protagonista de la jugada que cambiaría el partido.
Maxi lo encaró al platinado Páez (quien ya había sido amonestado) y al jugador de Merlo solo le quedó el recurso de cruzarle el cuerpo, cometiendo una falta, que marcó el línea, derivando en la segunda amarilla para mandarlo a la ducha antes del final.Quedaban 15 minutos, y Almagro supo aprovecharlo.
Nuevamente Castano inició una gran jugada, esta vez por izquierda, asistiendo al gordo Altamirano que definió cruzado, poniendo el 1 a 0.
Almagro se agrandó y Merlo se desesperó.
Llegando a los 40, y sin ponerse colorado, el DT metió a Sansotre y sacó a Arce, buscando fortalecer la defensa.
El planteo dio resultado y Merlo quedó neutralizado.
Como postre el segundo gol de Almagro y de Altamirano: una delicia.
El "Gordo", en el último contrataque tomó la pelota en el círculo central, se metió en el área, eludió al arquero y definió con muchísima calidad desatando una fiesta en el Tres de Febrero.
Solo quedó tiempo para que Merlo sacara e inmediatamente sonara el silbato del árbitro Gastón Meineri, marcando el final del partido y el comienzo de un sueño para todos los hinchas: la posibilidad de pelear por clasificar, algo irrisorio e imposible hasta hace algunas semanas.
