Al nacer Aquiles, su madre Tetis intento hacerlo inmortal sumergiéndolo en las aguas del río Estigia.
Pero, su madre lo sostenía por el talón derecho para sumergirlo y, por lo tanto ese punto se tornó vulnerable, siendo la única zona en la que Aquiles podía ser herido.
Aquiles venció muchas batallas en la Guerra de Troya, pero una flecha traspasó justo ese del guerrero Aquiles, por lo que murió.
El talón de Aquiles es una expresión popular que se usa en diferentes contextos, indicando el punto débil de una persona, cosa, organización, proyecto, etcétera.
En definitiva jugar en el Tres de Febrero parece ser nuestro "Talón de Aquiles".
Veamos los números que lo fundamentan:
- Hace 45 días desde la última victoria en el Estadio Tres de Febrero.
- El equipo no obtiene triunfos desde la fecha sexta, frente a Atlético Paraná.
- De los 21 puntos posibles de local obtuvo 8 ( 38 %).
- De los 15 puntos posibles de visitante obtuvo 9 (60%).
- De local perdió 3, empató 2 y perdió 2.
- De visitante nunca perdió.
A partir de allí muchos interrogantes:
¿Es futbolístico?
Pensando en que los planteos de los rivales que cuando jugamos de visitante se ven obligados a salir a buscar los partidos y allí se generan espacios que no se dan en el Tres de Febrero
¿Es psicológico?
El plantel se hace más fuerte ante la adversidad de as tribunas contrarias y por el contrario siente mayor presión cuando juega con su publico.
¿Es azar?
La suerte no acompaña al equipo de local como si lo hace de visitante.
¿Una mezcla de estas y más variable?
Posiblemente.
Se podrá trabajar en lo futbolístico y en lo psicológico para corregir esta situación que queda más que clara en la estadística, y esperar que la suerte nos de "alguna manito" también.
Nos queda flotando una sensación de bronca ya que en este torneo en el que ningún equipo sobresale demasiado por encima de otro, tal vez si no se hubiesen perdido esos puntos en casa, tal vez hoy estaríamos viendo todo desde arriba.