Por ahora ha elegido no manifestarse públicamente.
Evidentemente el vestuario ya no era el mismo y los últimos acontecimientos vividos en el viaje a Santiago del Estero (poco claros aún) podrían haber influido hasta precipitar la situación.
Con el vínculo (entrenador-jugador) dañado el DT sintió que el equipo ya no le respondía y decidió renunciar.
Hubo varios intentos por convencerlo para que continúe, de cara a la posibilidad de rearmar (depurar) el plantel que ofrece el receso que se producirá tras el partido con Instituto.
La negativa de Ruiz ante pedido hace presuponer lo irremontable de esta situación y su futuro laboral inmediato indicará si no hubo alguna especulación con otra oferta que pudiera haber tenido este último tiempo
