Llegó hace poco tiempo a la institución y tal vez ya sea el DT más rápidamente resistido por un grupo importante de hinchas que dicen no identificarse con su estilo de juego, aunque tras el triunfo con Santamarina los que lo bancan "sacaron pecho".
En el medio, otro de montón de hinchas que aún con cautela siguen de cerca esta polémica tragicómica.
Aquí un intento para entender la psicología particular de esta pugna que nos envuelve a todos los que vivimos "enfermos" por Almagro.
El puñado de partidos que lleva Felipe de la Riva fueron suficientes para medir la temperatura del hincha de Almagro.
Tal vez por eso para muchos resulte exagerado el clima previo al triunfo con Santamarina, y los cuestionamientos extremos de hinchas que se manifestaban principalmente en redes sociales.
"Resultados son resultados" indica la máxima y así fue que el partido en casa con Tandil fue un punto de inflexión en el que el DT tomó fuerza y disipó ese foco de tensión.
Ahora bien:
¿Fue apresurada esa reacción del hincha?
¿Fue lógica tan poca capacidad de tolerancia?
¿Fue natural la campaña pidiendo su alejamiento?
Hay una respuesta de Felipe de la Riva al colega Ari Pagano tras el partido que tal vez sintetiza estas incógnitas.
El entrenador respondió: "Hay cosas que no puedo entender, hablamos de un triunfo que da tranquilidad y jugamos cuatro partidos".
Lo cierto es que si analizamos lo que dice, más allá de las antipatías previas con un DT que aún siendo introvertido cuenta con un perfil alto dentro de la categoría, y más allá de la supuesta poca identificación de la tribuna con los planteos futbolísticos, debemos decir que lo que De la Riva dice no poder entender: es muy difícil de entender.
Más si lo planteamos en números positivos: posicionado arriba de la mitad de tabla, nunca perdió siendo uno de los 6 equipos invictos y una efectividad goleadora de 0,75 gol convertido por partido.
Pero hay una materia pendiente: De la Riva deberá enamorar al hincha y por ahora eso no parece estar cerca.
No se puede negar que la eliminación de la Copa Argentina fue un golpe duro para el hincha que se potenció con sentimientos de bronca y confusión que perduran de situaciones traumáticas recientes como la repentina salida de Fernando Ruiz y la repercusión política con el quiebre y posterior desprendimiento en la CD por los "efectos post Santiago".
Todo está cerca en el tiempo aún y hay ciertas heridas que todavía parecen no terminar de cicatrizar.
La victoria obtenida en el Tres de Febrero significó mucho más que tres puntos ganados.
Ojalá el paso del tiempo y los triunfos terminen de clamar las aguas.
Mientras tanto Freud se vuelve loco tratando de entender a los que, enamorados de estos tres colores, somos capaces de meterle tanta polémica a esta pasión.