El tricolor no jugó bien y le costó mucho generar ocasiones de peligro, muco más aún después de quedar con un hombre menos tras la expulsión de Matias Ruiz Sosa tras una fuerte falta minutos antes del entretiempo.
En el complemento el DT Alfredo Grelack intentó con algunos cambios "no lógicos" que acercaron a Almagro al arco rival pero no lograron emparejar el trámite de juego para justificar el empate que nunca llegó.
Tal vez antes de comenzar el campeonato y con el fixture en la mano uno puede pensar que la fecha en Santiago era dificil.
Pero los últimos resultados, y en particular el triunfo en Mar del Plata, nos permitían pensar en relativizar este preconcepto y soñar con un tiunfo que nos deje preimero en la tabla en situación de ascenso.
Bien, eso no sucedió, y Almagro lejos de ser protagonista se vio superado por un equipo que son demostrar mucho, manejó la pelita desde el inicio, llego al gol temprano con una definición al angulo de Fergonzi tras un gran jugada de Bottino.
Los buenos intentos de Piovi y Chaves contrastaron con los errores de Scatolaro y Compagnucci que no tuvieron un buen partido. A Fernandez la pelota no le llegó mucho y las que tuvo también las desperdició. Almagro fue tibio en el primer tiempo, como nos tiene acostumbrados, pero ese resurgimiento del complemento que nos permitió ganar los últimos tres encuentros esta vez no apareció. Tal vez porque sobre el final de la primera etapa Matías Ruiz Sosa, con algo de irresponsabilidad fue a trabar mal con un rival, se fue expulsado por el árbitro Mariano González.
Quizás por que los cambios de Grelak sorprendieron, principalmente cuando sacó a Fernández y puso a Vergara, dejando al equipo perdiendo y sin ningún delantero.
Sobre este punto vale reconocer, nobleza obliga, que ese momento el equipo tuvo las mayores oportunidades acercándose al área rival.
Aquí nace la polémica: ¿Puede un DT que va perdiendo en el complemento sacar al único delantero y poner a un volante?
Parecería que no, pero si tenemos en cuenta que en este equipo hacen más goles los volantes puede que sí.
Este tipo de cambios los hacía Felipe De la Riva y generaba discusiones especialmente cuando las cosas no salían bien.
Realizar cambios escalonados te permiten durante un lapso probar con un sistema por unos minutos y en tal caso después se corrigen.
Así hacía De la Riva y nadie lo cuestionaba si salía bien o todos lo puetaban si era al revés.
Así lo hizo Grelak que en los últimos 10 puso a Diellos en lugar de Torres y pasó a jugar con delantero y tres en el fondo.
Todos sabemos el final: tampoco funcionó.
Recortes de un partido que pronto quedará atrás y será pasado, especialmente si la próxima de local nos reencontramos con los tres puntos.