El equipo tuvo las chances más claras para convertir, dos mano a mano en el primer tiempo y en el complemento un remate que despejó volando el arquero local y un disparo en el travesaño.
Tuvo un sabor especial.
Como esa materia que te costó todo el año y la metiste en marzo, como cuando terminás de armar una pieza mecánica que desarmaste confiado y por momentos te creíste incapaz de volver a poner cada cosa en su lugar, como todas esas cosas que te hacen sufrir pero al final encontrás la recompensa.
Así fue, en el ocaso y cuando nos conformábamos con el punto llegó el gol que premió al que más buscó y condenó al local que se arrastra en su miseria y que sus hinchas ya se presumen descendidos.Pero vayamos al principio del encuentro en el que se destacaba la presencia en el arco de Lucas Calviño y que cualquier duda sobre él se despejó rápidamente cuando demostró ser muy rápido de piernas, decidido a la hora de salir, seguro arriba y muy preciso en los saques de arco.
El resto del equipo súper enchufado y con una actitud muy parecida a la del partido pasado, mordiendo en todos los sectores, recuperando rápido y buscando generar juego.
Es cierto que los primeros 25 minutos el partido fue trabado, parejo y por momentos ambos equipos abusaron del pelotazo.
El tricolor solo encontraba claridad cuando la pelota pasaba por los pies de Piovi y Arce principalmente, aunque en tres cuartos de cancha le costaba acercarle la pelota a Torres.
A Denis se lo vio más asentado, aunque aún es irregular ya que hace jugadas de crack y al rato la pierde torpemente.
La línea de fondo como siempre muy ordenada al marcar aunque con algunas fallas en las salidas.
Las situaciones de gol de la primera etapa quedaron neutralizadas por los dos arqueros: Calviño salvando a Almagro y Requena evitando que sean dos mano a mano uno de Denis y otro de Torres.
En el complemento Los Andes salió más enérgico y al tricolor le costó acomodarse.
A los 22 del complemento se nos heló la sangre, cuando todo el estadio gritó gol pero la bandera arriba nos devolvió la vida.
Almagro sintió el golpe y despertó para ir en busca del triunfo.
Lo tuvo Piovi con un disparo de media distancia que salvó espectacularmente el arquero de Los Andes.
El tiempo se agotaba y cuando parecía que el empate era inevitable, llegó la jugada del gol.
Pelotazo cruzado para Acosta que remata al arco y esta vez Requena tapa débil dando un rebote que llega al botín de Arce que remata al arco tropezando entre varias piernas superando al arquero y haciendo explotar de alegría todos nuestros corazones.
Gran triunfo de visitante que ratificó que el equipo está vivo, que sirvió para clasificar a la Copa Argentina y para seguir prendidos a los puestos de arriba
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| FOTOS : LEI RAJTMAN |