Por primera vez en el campeonato hubo silbidos cuando el equipo se retiró del campo de juego.
FOTO: LEI RAJTMAN |
Si bien los mendocinos traían un buen equipo, el trabajo de la semana, las modificaciones y el hecho de jugar el primer partido del "año en casa" hacían prever lo que no sucedió.
Calviño por Ramirez, Izco de 4, Benitez por Piovi, Acosta por Torres y Litre por Puch, fueron los 5 cambios que dispuso la dupla, dejando claro que metieron mano para dejar atrás la goleada de Platense.
Sin embargo Almagro siguió siendo el mismo de los últimos partidos y por momentos fue superado por la visita que estuvo más cerca de convertir.
El partido fue malo, aburrido y plagado de imprecisiones.
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En el complemento entró Torres por Susvielles, más tarde González por Benitez lesionado y sobre el Burrito Martinez por Acosta.
Tal vez en ese cambio a 15 del final se notó un planteo demasiado conservador, ya que si la idea era ir a buscarlo la variante debería haber sido por Litre.
Esto se vio más claramente incluso cuando Gimnasia quedó con 10 jugadores por la expulsión de Mondino y ya no quedaban cambios para aprovechar esa ventaja.
Una sola llegada con peligro real a favor de Almagro: un disparo desde dentro del área de Jhony Torres que tapó el arquero Marchiori, en una entrada mano a mano en la que apareció tan solo que parecía fuera de juego, pero estaba habilitado.
La visita tuvo varias situaciones que salvó Calviño, una de ellas de manera espectacular cuando aún jugando con uno menos evitó el gol de Cucchi para los mendocinos.