FOTO: LEI RAJTMAN |
¿Estará descansando Adres Merlos?
¿Comiendo con su familia?
¿Habrá revisado su accionar anoche con la cabeza apoyada en la almohada?
¿Se sentirá orgulloso de lo que hizo ayer?
¿Encontrará en su interior argumentos que justifiquen su accionar?
La vida sigue, inevitablemente y por suerte, pero a nosotros aún nos recorre una pena que nos sorprende desprevenidos, como flashes durante todo este “día después”
Podríamos seguir el consejo de repetirnos hasta el cansancio que “solo se trata de un partido de futbol” pero eso hoy nos alcanza.
La sensación de injusticia de todos los hinchas de Almagro parece va a tardar mucho en retirarse. Hoy nos hunde un vacío muy difícil de explicar.
Mientras tanto, Andrés Merlos sigue con su vida.