lunes, 6 de mayo de 2019

EL TRIUNFO SE ESCAPO EN EL FINAL

Almagro debutó en el Reducido por el segundo ascenso a la Superliga y empató en Mendoza frente a Gimnasia por 1 a 1 en un partido en el que abrió el marcador a través del "Burrito" Martinez a los 19 del complemento y que igualó el local con un disparo de Pablo Cortizo cuando faltaban 4 para el final.
A pesar del buen resultado queda una sensación extraña por lo cerca que estuvo el triunfo, aunque a la vez obliga al equipo a no relajarse y jugar con todo los 90 minutos restantes para definir la llave en el Tres de Febrero.


En el primer tiempo fue superior el conjunto local que tuvo un par de ocasiones claras para convertir, un mano a mano que tapó Ramírez a Cuchi y dos cabezazos de Matos que pasaron cerca. El tricolor tuvo una chance con un cabezazo de Arrechea en el primer palo que tapó el arquero local.
Para el complemento Almagro se paró mejor en la cancha y le impidió a Gimnasia generar chances de peligro. Así el equipo fue creciendo y se animó a arrimarse con peligro al arco del local.
Tuvo una primer chance con Izco quien remató a distancia y la pelota pasó cerca del palo derecho.
Hasta que a los 19 llegó la apertura del marcador para Almagro a través de su figura, el burrito Martínez quien luego de un tiro libre al área que bajó Arrechea de cabeza conectó al gol.
Fue un gran golpe de Almagro ante un rival que parecía rendido y le empezó a dejar espacios al tricolor para el contragolpe.
En una de las contras, la más clara fue de Arce, quien remató de lejos y pasó cerca del palo izquierdo.
Almagro tuvo la posibilidad de liquidarlo aprovechando el contraataque pero no lo logró y Gimnasia pareció aprovechar e ir en busca de la igualdad que consiguió a los 41 minutos, luego de un despeje en el área de Almagro que le quedó servido al volante central Cortizo quien con un fuerte remate concreto el 1 a 1 final.
Un resultado que está claro favorece más al tricolor que a su rival, por tener Almagro la ventaja deportiva y definir de local, pero con un pequeño sinsabor, porque parecía que el equipo se podría haber llevado la victoria.