Almagro cayó derrotado por 2 a 1 ante Instituto de Córdoba en un partido en el que volvió a mostrar sus limitaciones ofensivas.
Es cierto que el tricolor fue el que propuso de entrada y dominó al local, pero la precisión en dos jugadas del equipo cordobés hicieron que Almagro se vea ante una desventaja 0-2 que le resultó irremontable, más allá del descuento de Arias que por un rato nos ilusionó pero que no alcanzó para evitar volvernos con las manos vacías de Córdoba.
Fue un golpazo el que recibió Almagro en el primer tiempo, porque el tricolor era superior a Instituto, si bien no le generaba peligro claro se aproximaba sobre el área local y tenía el dominio de la pelota.
Pero en 5 minutos se derrumbó todo, primero luego de una falla en el despeje en defensa Silva abrió el marcador para el conjunto cordobes y a los 27 Bajamich de contragolpe consiguió el segundo gol.
Exagerado el resultado de un desarrollo de juego parejo, demasiado premio para el local.
Para el complemento Esmerado arriesgó para buscar descontar, con el ingreso de Denis por Wilchez, el delantero ex Independiente tuvo una chance de tiro libre con su remate que pasó apenas al lado del palo derecho del arco de Instituto.
A los 27 minutos Arias le dió el descuento al tricolor ingresando por el centro del área y definiendo de arremetida ante el arquero.
Era el 2 a 1 parcial y la posibilidad de Almagro de ir a buscarlo con poco más de 15 minutos de juego por delante.
Nuevamente el dt metió un cambio ofensivo con el ingreso de Suárez por Bossio, pero el ingreso de más delanteros no le dió resultados al tricolor por la falta de precisión que tiene en los últimos metros en la terminación de las jugadas de peligro.
Limousin en dos oportunidades salvó la caída del arco de Almagro tapando abajo sobre todo un remate complicado de Arce, ex tricolor de gran partido.
En final del encuentro el arbitro expulsó a Méndez al interpretar que fue de forma violenta al piso al cometerle foul a un jugador del local.
En conclusión Instituto se quedó con la victoria pero sin ser más que Almagro, que a pesar de sus falencias, no mereció volver con las manos vacías de Córdoba.
