En Almagro comenzó una nueva era.El regreso de Norberto Paparatto como DT y la novedosa presencia de Jonás Gutiérrez como Manager, impulsado por los nuevos encargados del manejo del futbol, hacen presumir un cambio respecto a lo vivido en el último campeonato.
Todos son conscientes de que "se toco fondo" y que no hay paño para más errores.
Partiendo de los dirigentes, integrantes de un CD desquebrajada, con peleas internas profundas y graves denuncias sobre irregularidades, faltante de dinero y sospechas sobre transferencias de jugadores.
El aire fresco llegó de la mano de Andrés Lloren y Luciano Camiñas, que aparecieron "como bomberos" en el final del campeonato pasado, cuando en medio de una situación de desidia, Almagro parecía marchar directo al descenso.
El presidente Julio Cucchi encontró en ellos una oportunidad para dar vuelta esta tendencia negativa que arrastraba al club y consiguió aire para el ultimo tramo de su presidencia.
Deberá ahora ocuparse de ordenar lo institucional, llevando a cabo las asambleas reglamentarias que desde hace un tiempo reclaman desde la oposición.
El socio necesita información clara, balances con números verdaderos y explicaciones sobre las condiciones de los jugadores que siendo nuestro patrimonio se marcharon hacia otros clubes mediante acuerdos económicos.
Julio Cucchi debe cumplir su mandato.
Desde este medio fuimos críticos de las irregularidades que se produjeron en el proceso eleccionario de Octubre de 2021, pero una vez elegido debe quedarse hasta el final.
Dar las explicaciones que sean necesarias y tratar de encarrilar a Almagro.
Los desafíos que tiene por delante, junto a este nuevo grupo de trabajo "oxigenado y depurado", están más que claros: utilizar inteligentemente el dinero para formar un plantel profesional competitivo, concretar alguna obra, fortalecer las inferiores y incentivar la participación social dentro de la institución.
Todas materias pendientes, para un mandato al que le resta un tercio.